En 2013 el gobierno federal se planteó como meta contar con un país más próspero, dónde no hubiera inseguridad, dónde hubiera cada vez menos pobres, dónde México fuera un ejemplo a nivel internacional y dónde la educación jugaría un papel trascendental para el desarrollo de nuestro país. Lo cierto es que aún existen muchas interrogantes en lo que resta de este sexenio: ¿Cuáles son los factores que obstaculizan el crecimiento de México? ¿Cómo impacta la corrupción y la inseguridad en el desarrollo económico de nuestro país? ¿Porqué no se logra disminuir la pobreza y la desigualdad en nuestro país? ¿Cuáles son los retos de México en sus relaciones económicas internacionales? ¿Cuál es el papel de la educación como detonante del desarrollo en nuestro país? Estos cuestionamientos serán respondidas en el marco de la XXX Semana del Economista.